Ante la perspectiva de un posible acuerdo, inmersos ya en la negociación con alguien que no conocemos muy bien, la actitud adecuada consiste en la superación de los cinco noes:
.
- No reaccionar
- No discutir
- No rechazar
- No presionar
- No atacar
.
Esto implica dejar a un lado (o gestionar debidamente) los impulsos y las emociones. Aunque, como ya comentamos aquí, eso no significa no exponer cómo nos sentimos de manera civilizada.
.
En definitiva, nuestra máxima preocupación en esta situación como negociadores debiera ser crear un clima agradable y favorable a la negociación.